La populista Keiko Fujimori, hija del encarcelado dictador peruano Alberto Fujimori, fue la candidata más votada en los comicios presidenciales de Perú, celebrados este domingo, con un 39,55% de los votos, seguida del exministro Pedro Pablo Kuczynski, con el 22,11%, tras el escrutinio del 82,6% de las actas.

Será, pues, necesaria una segunda vuelta, prevista para el 5 de junio, entre Fujimori y Kuczynski, ya que ninguno de los dos candidatos logró la mayoría absoluta que le daría derecho a suceder automáticamente al presidente saliente, el izquierdista Ollanta Humala. La congresista Verónika Mendoza, candidata del izquierdista Frente Amplio, obtuvo el 18,27 % de los votos y redujo la diferencia con Kuczynski a menos de cuatro puntos.

Pese a la amplia diferencia que separa a Fujimori de Kuczynski, los observadores consideran que es éste quien tiene mayores posibilidades de ganar la segunda vuelta. La causa es que el casi 40% de los votos obtenidos por Fujimori representan un techo, dado que numerosos electores no fujimoristas están dispuestos a votar a cualquier candidato con tal de cerrarle el paso a Keiko Fujimori.

La hija del encarcelado dictador -condenado por crímenes contra la Humanidad- representa la continuidad con el mandato de su padre (1990-2000) y durante seis años ejerció como primera dama de Perú, tras la separación de sus progenitores.