Intensos combates entre tropas de Armenia y Azerbaiyán reavivaron ayer el conflicto por el control del enclave de Nagorno Karabaj, cuya soberanía enfrenta a ambos países desde 1988. Los enfrentamientos, que tuvieron lugar "a lo largo de toda la línea del frente", son los más cruentos desde la entrada en vigor del alto el fuego en 1994, que puso fin a una guerra que causó unos 25.000 muertos.

Como es ya práctica habitual, Armenia y Azerbaiyán se acusaron mutuamente de violar la tregua, hostilidades en las que habrían muerto tanto militares como civiles de ambos bandos. La escalada de la tensión en Nagorno Karabaj, donde las escaramuzas de mayor o menor magnitud son constantes, sorprendió a los presidentes de Armenia y Azerbaiyán de viaje en Washington.