Al menos 69 personas murieron y más de 300 resultaron heridas en el atentado perpetrado ayer domingo en el parque infantil Gulshan e Iqbal de la ciudad paquistaní de Lahore, que en esos momentos estaba abarrotado al tratarse de un día festivo. El atentado fue provocado por la explosión de una bomba que portaba un suicida que detonó la carga en el aparcamiento del parque, a escasos metros de los columpios. El atentado fue perpetrado en torno a las 18.40 horas (las 15.40, hora de España peninsular). Los primeros indicios apuntan a que la bomba contaba con rodamientos de metal, que hicieron las veces de metralla, por lo que se sospecha que el atentado pretendía causar el mayor número de víctimas y de forma indiscriminada. Gran parte de las víctimas son mujeres y niños, dado que el Gulshan e Iqbal es un parque infantil, que se encuentra en una zona residencial.