El papa presidió ayer el víacrucis en el Coliseo romano e identificó en el calvario de Cristo a las sombras de la humanidad, desde quienes padecen penurias hasta quienes las provocan, como corruptos, terroristas o curas pederastas. Incidió en los problemas de la humanidad y en quienes las sufren o las provocan, tanto con sus actos como con su indiferencia. Recordó "el Mediterráneo y el Mar Egeo, convertidos en un insaciable cementerio, imagen de nuestra conciencia insensible y anestesiada".