Diego Lago, hace unos días, en el Parlamento Europeo // FdV

Lo que parecía ser una mañana de trabajo rutinario se ha transformado en una pesadilla. El redondelano Diego Lago vive desde hace unas semanas en Bruselas y trabaja en el Parlamento Europeo. Precisamente antes de iniciar su rutina laboral se enteró de las primeras explosiones en el aeropuerto. "Estaba desayundando cuando vi todo lo que estaba pasando en el aeropuerto; la primera impresión fue de sorpresa, pero no creía que fuese grave por la seguridad que hay en toda la ciudad desde los atentados de París", confirma.

Entonces, decidió ir al trabajo "como siempre, al Parlamento". "Justo aquí me encuentro con que ha habido una explosión a dos calles de mi trabajo, me puse muy nervioso, estoy un poco en shock", confirmaba desde el interior del edificio, donde estuvo acompañado de otros trabajadores durante horas, siguiendo con expectación lo que ocurre en las calles. Allí, también se encuentran varios gallegos que forman parte de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública y de Podemos Galicia que, al igual que Diego Lago, pasaron por la zona de los atentados minutos antes de la explosión en Malbeek.

Durante horas, estuvo en el interior del edificio porque había recomendación específica de no salir a la calle. Sobre la una de la tarde, tanto él como sus compañeros pudieron abandonar el edificio. "El ejército está en posición, hay calles cortadas y sirenas constantes", explica el joven de Redondela, que añade "está todo cerrado a cal y canto, supermercados y todo, no hay transporte y los helicópteros sobrevuelan la zona", matiza.

Para poder regresar a su hogar tuvo que hacer "un rodeo importante, porque hay una estación al lado del Parlamento y la calle está cortada, hay muchos militares y policía". Además, comenta que existe un vacío informativo y "se sabe muy poco".

Imagen de la calle de Bruselas, con los comercios cerrados y sin tránsito // D.Lago

'Shock'

"Yo me enteré de lo que pasó en el metro al llegar al trabajo, a través de mis compañeros y de medios digitales; de repente, empecé a escuchar fuera un montón de sirenas", explica. Además, indica que en un primer momento le resultó muy complicado confirmar a su familia que se encontraba bien. "Hay problemas con las líneas telefónicas, tardé bastante en contactar con mis padres", afirma. Diego Lago se ayudó de las redes sociales para lanzar un primer mensaje a sus amigos y conocidos: "Estoy bien, esto es una locura".

Pese a que su horario habitual es de mañana y tarde, hoy el joven no regresará a su puesto de trabajo. "Nos acaban de mandar un email desde el Parlamento, mañana cierra, está todo desértico", asegura el redondelano.

Semanas en Bruselas

Desde hace varias semanas, el joven de Redondela realiza un 'Stage' en el Parlamento Europeo, en la Dirección de Comunicación. "Solo escucho sirenas fuera, estamos aquí metidos y la gente está bastante nerviosa, evidentemente afecta mucho al trabajo", lamenta.

Su novia, natural de Negreira, trabaja como enfermera en Bruselas. Ella estaba en casa cuando se repitieron las explosiones en la ciudad belga. "Acaban de llamarla para que vaya corriendo a trabajar al hospital, ella estaba en su día libre", explica Diego Lago. Ahora, solo poder recuperar, poco a poco, una "tranquilidad relativa" después del caos. "Es una sensación difícil, pero estamos bien", concluye.