El Tribunal de Justicia de la Unión Europea avaló ayer con una sentencia el polémico acuerdo que los socios del bloque trataban de cerrar anoche para ofrecérselo hoy a Turquía, en un intento de aliviar la presión migratoria con la devolución de todos los refugiados que entren irregularmente en la Unión por Grecia.

La corte falló a favor de que un Estado miembro envíe de vuelta a un tercer país a una persona que haya solicitado protección internacional en su territorio, si considera que ese país responde a los criterios de "país tercero seguro".

"Caso Mirza"

La situación se refiere al caso de un inmigrante paquistaní, Shiraz Baig Mirza, que llegó de manera irregular a Hungría en agosto de 2015, en donde presentó una primera solicitud de asilo que fue suspendida, porque el demandante abandonó el lugar de residencia asignado.

Mirza fue detenido meses después en República Checa cuando trataba de llegar a Austria, y fue devuelto a Hungría, en donde presentó una segunda solicitud de asilo que fue declarada inadmisible por las autoridades del país sin examinar el fondo y se calificó a Serbia como país tercero seguro para asumir el expediente.

Anoche, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, confiaba en llegar a un consenso con todos los líderes comunitarios para cerrar después el trato con Turquía sobre la base de la declaración aprobada el pasado 7 de marzo, informa "Efe". Claro que si el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, rechaza el pacto, los socios del bloque deberán continuar negociando. Los incentivos para el Gobierno de Ankara son la reactivación del proceso de adhesión a la UE y el adelanto a junio de la liberalización de visados para los ciudadanos turcos que visiten Europa.

La base del pacto es que "todos" los refugiados que arriben irregularmente a las costas griegas desde Turquía serán devueltos a este país, pero no de manera colectiva -lo que iría en contra del derecho comunitario-, sino rechazando sus solicitudes de asilo de una en una.