El paradero del millar de personas que cruzaron el lunes por un río desde Grecia a Macedonia es confuso. Mientras que el Gobierno de Skopje dice que han regresado, Atenas sostiene que no ha recibido solicitud alguna de devolución. Grecia emplazó ayer a los refugiados a dejarse trasladar a centros de acogida y subrayó que la frontera "está cerrada".