El carrusel de las primarias presidenciales de EE UU llegó ayer a Michigan, en los Grandes Lagos, y a Mississippi, en el Sur profundo, dos Estados en los que el magnate Donald Trump aparecía como favorito republicano, y donde el senador ultraconservador por Texas Ted Cruz intentó confirmar que es una alternativa viable al "outsider" que quita el sueño al aparato. Los republicanos votaron también en Idaho y Hawai. Los candidatos demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders se midieron igualmente en los estados de Michigan y Mississippi, con ventaja en los sondeos para la primera. Los comicios de ayer fueron un aperitivo de los que dentro de una semana se celebrarán en Florida, Ohio e Illinois, en los que, entre los republicanos, el ganador se llevará todos los delegados.