Turquía se mostró ayer segura de que tiene las mejores bazas en el pulso que sostiene con la Unión Europea por la oleada de refugiados que desde el pasado septiembre está dejando romper sin control sobre el territorio comunitario. Hasta tal punto, que su primer ministro, Ahmet Davutoglu, aprovechó la cumbre bilateral celebrada ayer en Bruselas entre el país y el Consejo Europeo para exigir que se doblen hasta 6.000 millones los 3.000 millones prometidos por la Unión Europea para ayudar a Turquía a hacerse cargo de los refugiados en su territorio.

A cambio, las autoridades de Ankara aceptarían readmitir en su suelo no solo a emigrantes económicos sino también a refugiados sirios que actualmente se encuentran en Grecia o en otras estaciones de la llamada "ruta de los Balcanes".

Intervención

La cumbre se inició bajo el impacto del último golpe del régimen del presidente Erdogan a las libertades: la intervención de "Zaman" el periódico de mayor difusión del país, acometida el pasado viernes so pretexto de que la publicación, cada vez más crítica con la deriva autoritaria de Erdogan, está vinculada al predicador islamista Fetullah Gülen. Se trata este de un antiguo aliado del líder islamista al que el Ejecutivo acusa de tratar de crear un "Estado paralelo", usando su influencia en la judicatura y la Policía.

Las autoridades turcas dieron ayer un paso más en la misma línea al decidir un tribunal de Ankara asignar administradores públicos a la agencia de noticias privada Cihan, crítica con el Gobierno y vinculada a "Zaman". Los administradores serán los mismos que ya toman las decisiones en el intervenido diario.

Suplemento

Los antiguos rectores de "Zaman" anunciaron, por su parte, que intentarán mantener su línea a través de una edición hecha en Alemania, donde hasta ahora se elaboraba un suplemento dirigido sobre todo a los millones de turcos que residen en el país centroeuropeo.

Entre tanto, los dirigentes europeos discutían anoche las posibilidades de aceptar una petición que no parece fácil de gestionar, vistas las dificultades que se presentaron para encontrar donantes que ayudasen a cubrir el montante de los 3.000 millones iniciales.

La petición planteada a las autoridades de Ankara en el día de ayer por la UE fue exactamente que se tramiten "desde Turquía" las solicitudes de asilo de los sirios que logren llegar a Grecia, lo que en la práctica supondría deportar a Turquía a demandantes de protección internacional llegados a la Unión Europea.

El primer ministro turco admitió, por su parte, que el número de pasos irregulares desde su frontera a suelo europeo no se ha reducido en las últimas semanas con la velocidad prevista por las autoridades de Ankara, por lo que ofrecieron medidas adicionales y "más ambiciosas" para atajar la crisis, según explicaron fuentes diplomáticas.