La Policía judicial belga recibió en julio de 2014 información de una fuente considerada "creíble" sobre los planes de atentado de los hermanos Abdeslam, uno de los cuales formaba parte del comando que tiroteó varias terrazas y bares en los atentados del 13-N en París y el otro está en busca y captura.

Según informó hoy el diario belga "L'Echo" en su edición digital, la sección antiterrorista de la Policía judicial federal recibió en el verano de 2014 una llamada de una persona que dio informaciones "extremadamente precisas y circunscritas" sobre los planes del kamikaze Brahim y Salah Abdeslam, este último considerado uno de los cabecillas de los atentados de París el 13 de noviembre de 2015 (13-N) y actualmente huido.

La fuente informante dijo a los agentes que "los hermanos Abdeslam, Salah y Brahim, preparan un atentado" y les pidió "hacer algo" para evitarlo, de acuerdo con el diario. De acuerdo con esta fuente, el o la informante tenía "lazos directos" con los hermanos, y añadía que la amenaza era "inminente".

Sostuvo que los hermanos Abdeslam escondían sus intenciones yihadistas en su círculo familiar, y relató a la Policía judicial que ellos tenían contactos con Abdelhamid Abaaoud, considerado como el coordinador de los atentados de París y quien murió en el asalto policial al apartamento del barrio parisino de Saint Denis. La información estuvo en manos de la división antiterrorista, pero también en la de otros subgrupos e investigadores.

En total entre 10 y 13 personas conocían la información proporcionada por la fuente sobre los hermanos Abdeslam en julio de 2014, pero nadie, insisten actualmente varias fuentes policiales, parece haberse tomado los datos con la seriedad necesaria.

Una investigación fue efectuada en febrero de 2015 por la Policía local del distrito bruselense de Molenbeek, de donde proceden los hermanos, seis meses después de la información recibida y, según dijo la cadena de televisión pública francófona RTBF el domingo, los hermanos Abdeslam fueron interrogados.

No obstante, un informe de la Policía federal sostuvo posteriormente que éstos no presentaban un peligro, y la Fiscalía federal, siguiendo las recomendaciones de la Policía judicial, cerró el dosier en junio de 2015, de acuerdo con "L'Echo".