Más de siete años después de ordenar por decreto el cierre del campo de internamiento de Guantánamo, el presidente de EE UU, Barack Obama, envió ayer al Congreso, dominado por los republicanos, un plan para su cierre efectivo. Todos los intentos hechos hasta hoy por la Casa Blanca para el cierre del penal han sido infructuosos, ya que se han estrellado contra las negativas del Congreso.

El plan de Obama incluye transferir entre 30 y 60 de los 91 internos que todavía permanecen en Guantánamo -el campo ha llegado a albergar unos 800- a cárceles situadas dentro de territorio estadounidense. El documento propone hasta trece localizaciones diferentes, aunque no recomienda ninguna en particular. El resto sería transferido a terceros países.

Esas trece localizaciones incluyen prisiones ya existentes en Estados como Colorado o Carolina del Sur, así como la construcción de nuevas instalaciones en algunas bases militares. Según afirma el Pentágono, mantener Guantánamo abierto es de 65 a 85 millones de dólares más caro al año que recluir a los internos en una cárcel en territorio estadounidense.

En la solemne presentación del plan, Obama, a quien acompañaba el vicepresidente Biden y el secretario de Defensa, Ashton Carter, afirmó que clausurar Guantánamo equivale a "cerrar un capítulo" de la historia del país. Obama subrayó que mantener abierto el campo resulta "contraproducente" para la lucha antiterrorista, es contrario a los valores de EE UU, "socava" la seguridad nacional en lugar de fortalecerla y daña las relaciones del país con naciones aliadas.

Ayer mismo, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, aseguró que el Congreso se opondrá al plan y aseveró que no pondrá "en peligro la seguridad nacional del país por una promesa de campaña".

El líder de los republicanos en el Legislativo consideró que la propuesta de Obama "no proporciona los detalles críticos requeridos por la ley, incluyendo el costo exacto y la ubicación de un centro de detención alternativo".

"El Congreso no ha dejado lugar a la confusión. Va contra la ley y seguirá estando contra la ley transferir detenidos terroristas a suelo estadounidense", insistió Ryan.