El expresidente francés Nicolas Sarkozy (2007-2012) fue imputado ayer por los jueces por financiación ilegal de su campaña de las presidenciales de 2012, las que perdió ante el socialista François Hollande. La imputación de Sarkozy complica su pretensión de ser el candidato presidencial de Los Republicanos (antigua UMP, el partido que dirige) en las elecciones de 2017.

El exmandatario, que declaró ante los jueces durante doce horas, negó reiteradamente que tuviera conocimiento de la existencia de una doble contabilidad en los gastos de campaña, que superaron los límites legales establecidos.

De igual modo, Sarkozy negó conocer la existencia de los falsos recibos por valor de 18 millones de euros emitidos por la empresa organizadora de eventos Bygmalion, lo que supone el doble del gasto legalmente autorizado. Bygmalion fue la encargada de organizar la campaña de Sarkozy.