El presidente estadounidense, Barack Obama, reiteró ayer en conversación telefónica con el primer ministro británico, David Cameron, su respaldo "a un Reino Unido fuerte dentro de una Unión Europea fuerte", según indicó la Casa Blanca. Cameron informó a Obama "sobre sus negociaciones con los líderes de la UE para reformar la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea", según el comunicado divulgado por la oficina presidencial estadounidense.

El Gobierno estadounidense siempre ha defendido el mantenimiento del Reino Unido dentro de la UE, en el marco de la "relación especial" entre Londres y Washington.

Entre tanto, en Estrasburgo, el pleno del Parlamento Europeo (PE) se mostró dividido sobre las implicaciones que tiene la propuesta de acuerdo con el Reino Unido. Los líderes de los grupos del Partido Popular Europeo (PPE) y de los socialdemócratas (S&D) fueron los que se acercaron de modo más positivo a la propuesta, aunque reconocieron que quedan aspectos por concretar. Otros, como los presidentes de los liberales de ALDE y de Izquierda Unitaria, criticaron abiertamente algunos aspectos, como el que, a su entender, no se tenga suficientemente en cuenta al PE.

Al respecto, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, aseguró que la Eurocámara ha estado y estará implicada durante todo el proceso decisorio y participará en las próximas reuniones para dar forma a la propuesta.

Juncker consideró que la propuesta es "justa" no solo para Londres, sino también para los otros 27 miembros y para la propia Eurocámara, y recordó que otorga un mayor papel a los parlamentos nacionales, a los que concede "tarjeta roja" para frenar la tramitación de propuestas legislativas que consideren que no respetan el principio de subsidiariedad.