El presidente luso en funciones, Aníbal Cavaco Silva, rechazó en primera instancia promulgar las leyes aprobadas por el nuevo Parlamento salido de las elecciones que permitían adoptar a los homosexuales y retiraban trabas al aborto.

El jefe del Estado optó por devolver al Parlamento ambos decretos para que sean debatidos nuevamente por la Cámara, y justificó su decisión por las dudas que le suscitan estos cambios legislativos.Las dos medidas fueron de las primeras aprobadas por el Parlamento tras los comicios legislativas del pasado mes de octubre.

En el caso de la adopción homosexual, la norma contó con el voto a favor de los socialistas - en el Gobierno- y el resto de fuerzas de izquierda, a los que se sumaron 19 diputados del Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha).

Sobre el aborto, el jefe del Estado no sancionó la normativa que invalida los cambios legales introducidos el pasado verano, cuando el Parlamento -entonces con mayoría absoluta de los conservadores- aprobó una nueva regulación que suscitó una intensa polémica.