El grupo terrorista Estado Islámico (EI) ganó ayer terreno frente a las fuerzas del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, en la lucha por la periferia de la ciudad de Deir al Zur, en el noreste del país, donde unos 300.000 civiles permanecen cercados. Deir al Zur es la ciudad en la que el pasado fin de semana los yihadistas mataron a entre 135 y 300 personas en unos violentos ataques en los que se hicieron con unos 400 rehenes. No obstante, estas cifras, avaladas por el Observatorio sirio de Derechos Humanos, fueron consideradas ayer exageradas por opositores locales a Damasco, que insistieron en negar la toma de un número elevado de rehenes.

El activista de la Red Siria para los Derechos Humanos Mohamed al Jalif explicó ayer desde la ciudad sitiada que los extremistas tomaron el control de un almacén de armas del Ejército en la localidad de Ayash y del campamento militar de Al Saiqa, donde puede haber unos cien soldados sitiados.

Ayash y Al Saiqa se encuentran en el extrarradio noroccidental de Deir al Zur, por donde el EI inició su ofensiva hace dos días. Al Jalif precisó que tan solo quedan bajo el control del régimen el aeropuerto militar de Deir al Zur, los barrios de Al Yura y Al Qusur y el cuartel de la Brigada 137 del Ejército. El resto de los distritos de la ciudad están tomados por los yihadistas del EI, que se hicieron con casi toda la provincia de Deir al Zur, fronteriza con Irak, en el mes de julio de 2014.