Dos personas resultaron muertas y otras siete heridas en un tiroteo que tuvo lugar ayer en un céntrico pub de Tel Aviv, mientras prosigue la persecución del atacante por las calles de la ciudad, informó la Policía. Dos de los heridos fueron ingresados en estado crítico en hospitales de la ciudad.

El tiroteo ocurrió en pleno centro cuando un atacante armado disparó con un subfusil automático a los clientes, en un momento en el que el establecimiento estaba lleno por ser el primer día del fin de semana local y Año Nuevo.

El atacante abrió fuego contra los clientes en general, y no contra ninguna persona en particular, lo que induce a la Policía a pensar que pueda tratarse de un ataque terrorista y no de un ajuste de cuentas entre mafiosos.

Uno de los testigos declaró a los agentes que hizo una decena de disparos, uno a uno, con un fusil AK-47 Kalashnikov. Sin embargo, las imágenes de la cámara de seguridad del propio local muestran con claridad que no se trata de ese arma sino de otra automática más corta, posiblemente una mini-Uzi o Karl Gustav.

Poco después, las principales cadenas israelíes difundieron imágenes claras del atacante, recogidas por la cámara de una pequeña tienda de ultramarinos a la que el atacante entró antes de cometer la agresión para comprar lo que parecen unos frutos secos.

Las imágenes muestran a una persona joven, con gafas y vestido de negro, de apariencia moderna, occidental y fácilmente confundible con cualquier otro joven de Tel Aviv.

El subfusil con el que llevó a cabo el ataque lo llevaba dentro de una mochila y, según muestran las imágenes, se prepara para el tiroteo dentro de la misma tienda de ultramarinos.

Con una absoluta tranquilidad, después de coger unos frutos secos y devolverlos unos segundos después al estante, el atacante deposita la mochila en una carro de la compra, la abre, saca el subfusil y comienza a disparar primero en una dirección y después hacia la otra. Tras lo que parecen dos ráfagas, huye con dirección norte sin dejar rastro.