El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha puesto la Alemania de Adolf Hitler como ejemplo de un sistema presidencial eficaz, en una polémica defensa de la reforma con la que el mandatario turco quiere acaparar más poder ejecutivo en detrimento de la figura del primer ministro. Erdogan quiere cambiar la Constitución para que el cargo de presidente deje de ser simbólico y pase a tener capacidad real de mando.