El alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur, decidió ayer anular los fuegos artificiales y todas las festividades planificadas para la celebración de la Nochevieja en el centro histórico de Bruselas. La suspensión se produce después de que el martes pasado las fuerzas del orden belgas anunciaran varias detenciones de presuntos terroristas que preparaban un posible atentado en "varios lugares emblemáticos" durante la noche del día 31 en la capital. Los fuegos artificiales iban a tener lugar sobre el cielo de la plaza De Brouckère, en pleno corazón de la capital belga. Solo los mercadillos de Navidad en el centro se mantienen.

Mayeur tomó la decisión de suspender las celebraciones basándose en el último informe del Órgano de Coordinación para el Análisis de las Amenazas (OCAM) y la reunión mantenida por el Centro de Crisis de Bélgica, quien advierte de que "el riesgo es importante". El regidor también ha efectuado consultas con el ministro belga del Interior, Jan Jambon. El alcalde de Bruselas explicó que la Policía se desplegará en el centro de la ciudad para velar por la seguridad de todos aquellos que quieran salir a las calles.

En Bruselas, al igual que para el resto de Bélgica, sigue en vigor el nivel tres de alerta terrorista de cuatro posibles, y la policía y los militares siguen patrullando las principales avenidas de la ciudad.

Mayeur indicó, sin embargo, que la medida no implica que todo esté cerrado hoy en la capital belga. "Los restaurantes, los bares, las salas de fiesta privadas permitirán a la gente celebrar" el Año Nuevo, recalcó, al tiempo que admitió que la decisión de anular todas las festividades ha sido "difícil".

La medida preventiva tiene grandes implicaciones económicas para el sector de la hostelería, que ya viene notando una disminución fuerte de las reservas en los restaurantes por la amenaza terrorista que pesa sobre la capital desde hace semanas.

El primer ministro belga, Charles Michel, apoyó la decisión del alcalde de la capital, al afirmar que es "justa, teniendo en cuenta las informaciones que recibimos".

En una entrevista en la RTBF, Michel recalcó que él y su Gobierno permanecen en Bruselas y que no se van de vacaciones en medio de la amenaza terrorista.

Ayer mismo se practicó una nueva detención relacionada con los atentados terroristas del 13 de noviembre en París y el martes se supo a través de la Fiscalía federal belga que las fuerzas de seguridad consiguieron frustrar atentados en otros tantos lugares emblemáticos de Bruselas durante la celebración de Nochevieja.

Dos de los detenidos durante el operativo, Mohamed Karay, de 27 años, y Saïd Souati, de 30 años, se encuentran aún bajo arresto. La policía los considera miembros del club bruselense "Kamikaze Riders", según informaba ayer el diario belga La Dernière Heure.

Las fuerzas de seguridad llevaron a cabo varios registros el domingo y lunes en la región de Bruselas y de Lieja, así como en el Brabante Flamenco, durante los que se incautaron de varios objetos, sobre todo material informático, vestimenta de entrenamiento militar y material de propaganda del grupo terrorista Estado Islámico.

Los arrestados tenían como objetivo la propia Policía belga, en concreto la Comisaría General cercana a la turística Grand Place de Bruselas, sobre la que habían proferido "amenazas concretas" de atentado