El Gobierno belga activará a partir del próximo 1 de enero nuevas medidas contra el terrorismo yihadista, entre ellas un "plan global" en el distrito bruselense de Molenbeek, de donde procedían varios de los terroristas implicados en los atentados del pasado 13 de noviembre en París.

El ministro del Interior belga, Jan Jambon, anunció ayer que a partir del 1 de enero el Gobierno activará este plan destinado a reforzar la seguridad en la zona, así como un "banco de datos dinámico" que facilite la recopilación de información sobre presuntos yihadistas, según recogen los medios locales.

En lo tocante a Molenbeek, Jambon precisó que se reforzará la seguridad en la zona y se tomarán medidas para "cortar los flujos de financiación" que permiten el tráfico de armas. Entre otras disposiciones, el plan ayudará a las autoridades locales a luchar contra la economía sumergida, reforzar la presencia policial y controlar el registro de los habitantes en el distrito.

Por otro lado, Samy Amimour, uno de los terroristas que masacró a 90 personas en la sala Bataclan de París, fue enterrado el 24 de diciembre en un cementerio de la comuna de La Courneuve, ubicada al norte de la capital francesa.

Según las informaciones facilitadas por el diario "Le Journal de Dimanche", el entierro tuvo lugar con máxima discreción. Amimour se convierte así en el primero de los terroristas que participaron en los ataques del 13 de noviembre en ser enterrado.

Samy Amimour, de 28 años de edad, había sido conductor de autobús y viajó a Siria a finales de 2013, después de un breve periodo de detención un año antes.