El belga de origen marroquí Abdelhamid Abaaoud, considerado el cerebro de los atentados de París el 13-N, se escondió cuatro días entre matorrales tras esos ataques, reveló ayer el diario "Le Parisien". Abaaoud se refugió bajo una cuneta de la autopista A86, a la altura de Aubervilliers, a las afueras de la capital, apenas horas después del inicio de los ataques, y la policía se puso tras su pista el día 16 por la tarde, gracias a un testimonio. Los investigadores, que instalaron una cámara en la zona, reconocieron que hasta ese escondite se acercó su prima Hasna Aitboulahcen, que murió junto con Abaaoud y un tercer hombre no identificado en el asedio policial del 18 en el piso de Saint-Denis en el que se habían atrincherado.