El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó el pasado viernes, por primera vez desde que estalló el conflicto y por unanimidad, una resolución que apoya la hoja de ruta hacia una transición política en Siria que suponga el final de la guerra civil. Después de otros cuatro intentos, en esta ocasión se logró que Rusia, aliada del presidente Bashar el Asad, no impusiera su derecho al veto.

El texto, impulsado por la diplomacia de Estados Unidos, supone ratificar el calendario marcado el pasado 14 de noviembre en Viena. El documento establece que, tras un alto al fuego, se inicien las negociaciones entre el gobierno de Damasco y los grupos de oposición a principios de enero. De ese cese de las hostilidades quedarán excluidos grupos terroristas como el Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra.

El calendario establecido supone que en un periodo de seis meses se constituya un gobierno creíble y que a partir de este punto se elabore una constitución y se fijen elecciones libres en un plazo de 18 meses. La resolución deja en el aire el papel que deberá jugar El Asad y qué grupos configuran la denominada oposición moderada. Algunos de los grupos apoyados por las potencias occidentales y aliados como Arabia Saudí merecen el calificativo de terroristas según los rusos o los iraníes.

Bashar al Assad asistió ayer por sorpresa a los preparativos navideños en una antigua iglesia de Damasco cercana a la línea de combate donde su Ejército continúa librando fuertes enfrentamientos con fuerzas rebeldes, según los medios estatales.

El secretario general de la ONU, Ban Ki Mun, deberá elaborar un plan de implantación, verificación y certificación del alto el fuego, que ha de ser el punto central para enfocar todos los esfuerzos en combatir al Estado Islámico. Se exige, además, que los bandos en conflicto dejen de atacar a los civiles o a objetivos civiles y que se creen mecanismos para posibilitar el regreso de los centenares de miles de refugiados que han dejado el país. El destino de los sirios deberán decidirlo ellos, sin imposiciones del exterior.

El acuerdo se cerró en medio de una reunión de los ministros de Exteriores de varias potencias y países clave en el conflicto sirio que se celebraba en Nueva York tras los progresos logrados anteriormente en Viena. "Es un hito porque establece conceptos y tiempos específicos", afirmó el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, que presidió la sesión, en Nueva York. "El Consejo está mandando un mensaje claro a todos los interesados de que es el momento de acabar con la matanza en Siria".

La Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal grupo político opositor, afirmó ayer que la resolución contiene "numerosos escollos políticos". La vicepresidenta, Nagam Gadri, dijo que no aborda asuntos fundamentales como "las milicias terroristas que luchan junto al régimen de Al Asad ni las fuerzas extranjeras presentes en suelo sirio, incluidas las tropas rusas".

Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó que las Fuerzas Armadas rusas utilizan en Siria el armamento más avanzado y que en caso de ser necesario emplearán "medios adicionales". "En Siria no empleamos todo lo que tenemos.