Más de 700.000 alumnos de casi 1.000 escuelas públicas del área de Los Ángeles se quedaron ayer sin clase, después de que las autoridades suspendieran toda actividad académica en el segundo distrito escolar más grande de Estados Unidos tras la recepción de una "amenaza creíble" de bomba.

Según el superintendente del Distrito Unificado Escolar de Los Ángeles (LAUSD, por sus siglas en inglés), Ramon Cortines, la amenaza fue enviada a "muchas" escuelas y aludía explícitamente a los estudiantes.

"Creo que es importante tomar esta medida de precaución, dado lo que ocurrió recientemente y lo que ha ocurrido en el pasado", dijo Cortines ante los medios, aludiendo al atentado del pasado día 2 en la ciudad de San Bernardino, a unos 100 kilómetros al este del centro de Los Ángeles, en el que dos supuestos simpatizantes del grupo terrorista Estado Islámico (EI) asesinaron a tiros a 14 personas y después murieron abatidos por la Policía.

Según el diario "Los Angeles Times", la amenaza fue enviada por correo electrónico y ha sido rastreada hasta una dirección IP de Fráncfort (Alemania), según fuentes de las fuerzas de seguridad.

Cortines no dio detalles sobre la amenaza, pero puntualizó que guarda relación con mochilas o paquetes abandonados en las escuelas. El FBI (Policía federal) está prestando apoyo en la investigación de la amenaza, agregó del Departamento de Policía de Los Ángeles.