Los últimos combatientes de facciones armadas que quedaban en la ciudad siria de Homs (centro) la abandonaron ayer en aplicación de un acuerdo con las autoridades para pacificar definitivamente la población.

El gobernador de Homs, Talal al Barazi, destacó que durante el día un total de 739 personas, entre milicianos y civiles, salieron del distrito de Al Waer, en el noroeste de la población, tras un asedio de tres años. Según Al Barazi, cien combatientes desarmados y 172 pertrechados con armas ligeras fueron evacuados de Homs, así como 447 mujeres y menores y 20 heridos.

Con la salida de los combatientes, supervisada por la ONU, culmina la primera etapa del acuerdo alcanzado la semana pasada entre las facciones armadas y el régimen, que incluye también la entrada de ayuda humanitaria, la liberación de prisioneros en manos de los rebeldes, el restablecimiento de las instituciones públicas y la apertura de un paso para la entrada y salida de civiles.