Un informe crítico con el papel de Arabia Saudí en su región redactado por los servicios secretos alemanes en el exterior, el BND, enfrentó a esta agencia con el Gobierno de Angela Merkel, que ayer aseguró no compartir el documento y reprochó a los servicios secretos que lo hicieran público. "Arabia Saudí es un actor muy, muy importante en la región y necesitamos mantener una relación constructiva con él", manifestó el portavoz de la Cancillería, Steffen Seibert, al subrayar el papel "clave" de Riad en la búsqueda de una solución a la crisis siria.

La polémica comenzó con la difusión por parte del BND de un análisis en el que se alertaba de que la tradicional cautela diplomática de Arabia Saudí está siendo sustituida por una "política de intervención impulsiva". El documento apunta en concreto al ministro de Defensa, Mohamed bin Salman, hijo del rey saudí y segundo príncipe heredero. En opinión de los servicios secretos alemanes, ante la concentración de poder económico y en política exterior en Bin Salman existe "un riesgo latente" de que pueda extralimitarse en sus intentos de avanzar en la línea de sucesión al trono en vida de su padre.

El portavoz de la Cancillería subrayó la importancia del proceso abierto para buscar una solución política al conflicto sirio con participación de los actores de la región, negociaciones en las que desempeña un papel fundamental Arabia Saudí al intentar reunir a la fragmentada oposición al régimen de Bachar al Asad.