Francia ha impedido la entrada en su territorio a "cerca de 1.000 personas" desde el restablecimiento de los controles fronterizos por la cumbre sobre el cambio climático, reforzados tras los atentados del 13-N en París. La cifra la dio ayer el ministro francés de Interior, Bernard Cazeneuve, que durante una visita al puesto fronterizo con Alemania del Puente de Europa en Estrasburgo, explicó que "se ha impedido la entrada en el territorio nacional a cerca de mil personas por el riesgo que podían representar".

Cazeneuve señaló, en declaraciones a los medios, que los terroristas que perpetraron los ataques hace dos semanas en la capital francesa "podrían haber obtenido armas con traficantes de Alemania".

Por otro lado, el primer ministro galo, Manuel Valls, cifró en más de 1.800 el número de registros practicados en toda Francia desde los ataques de hace dos semanas. Las operaciones policiales han desembocado en 200 detenciones y 305 arrestos domiciliarios. En total, se han hallado en estas operaciones 293 armas, según recoge el diario "Le Monde".