Las calles de Bruselas recuperaron ayer poco a poco los transeúntes, y los comercios, monumentos y museos fueron reabriendo sus puertas pese a que se mantiene el máximo nivel de alerta terrorista. De hecho, la Fiscalía belga acusó a un quinto hombre por su supuesta participación en los atentados en la capital gala, y las autoridades emitieron una orden de arresto internacional y europea contra Mohamed Abrini, de 31 años, quien fue visto con Salah Abdeslam, sospechoso de participar en los atentados de París, dos días antes de los ataques.

La Fiscalía detalló que el 11 de noviembre, sobre las 20.00 horas, Abdeslam, en busca y captura internacional, fue filmado en una gasolinera de Ressons, en la autovía dirección a París, en compañía de Abrini, quien conducía un Renault Clio que fue utilizado en los atentados de París.

Entre tanto, el fiscal de París, François Molins, consideró "probable" que uno de los yihadistas que participó en los atentados de París, y que no ha sido identificado, muriera el pasado miércoles en el asalto policial a un apartamento en Saint Denis.

Su ADN fue encontrado en uno de los fusiles kalashnikov usados por el comando que abrió fuego sobre varias terrazas de bares del centro de París. Ese elemento "permite suponer que podría ser el tercer miembro del comando", junto a Abdelhamid Abaaoud, cerebro de los atentados, abatido en el mismo apartamento de Saint Denis, y Brahim Abdeslam. Abaaoud y el terrorista aún no identificado planeaban atentar el día 13 en La Défense, el barrio financiero de la capital, según la Fiscalía de París.