Al menos 21 personas han sido detenidas en Bruselas desde que el domingo por la noche se lanzaron varias operaciones policiales en busca de cómplices de los terroristas que perpetraron los atentados de París. Tras las 16 detenciones del domingo por la noche, otras cinco fueron practicadas a lo largo de la jornada de ayer. En ninguna de las operaciones se logró localizar al "octavo terrorista" de París, Salah Abdeslam, que, según algunas fuentes no confirmadas, habría logrado abandonar el país y podría encontrarse en Alemania.

Una juez de instrucción acusó a otro sospechoso, detenido el domingo por la noche, de participación en los atentados de París y de vinculación con grupo terrorista. De esta manera, son ya cuatro los sospechosos acusados en Bélgica de estar involucrados en la carnicería que costó la vida a 130 personas y causó más de 350 heridos. Las otras 15 personas detenidas el domingo por la noche fueron puestas en libertad.

Bruselas vivió ayer su tercera jornada consecutiva bajo la alerta máxima, que se mantendrá al menos hasta el próximo lunes, aunque el metro volverá a circular, en principio, a partir de mañana, miércoles, al igual que volverán a abrir las escuelas y los centros de enseñanza que ayer permanecieron cerrados y hoy volverán a hacerlo. La capital belga y europea fue, sobre todo a partir de las cinco de la tarde, una ciudad fantasma en la que se veían muchos más policías y militares que viandantes.

En total se han suspendido además 13 líneas de autobús y algunos conductores no han acudido al puesto de trabajo por miedo o porque tenían que permanecer con sus hijos en casa.

El hospital universitario Saint-Luc decidió por su parte anular las consultas previstas para ayer y limitar las visitas a los pacientes, mientras que el Saint-Pierre, que fue objeto de una alerta por un paquete sospechoso, ha reforzado la seguridad.

Numerosos centros comerciales y grandes superficies han mantenido sus puertas cerradas durante la jornada, entre ellas los Decathlon de Evere y Anderletch, los IKEA de Anderletch y Zaventem, o el Carrefour de la estación de metro Rogier, entre otros.

"Este fin de semana las ventas me han bajado un 80 %", se lamentó en declaracionesel propietario de una tienda de comestibles de Saint-Géry, céntrica zona de terrazas y copas ayer convertida en un área fantasma.

La OTAN, cuya sede está en Bruselas, permaneció abierta, pero parte del personal trabaja desde sus hogares, y se han cancelado las visitas externas.

También las instituciones de la Unión Europea han reforzado sus medidas de seguridad, aunque no han anulado reuniones ministeriales como el Eurogrupo o el consejo de ministros de Educación.