Bruselas mantendrá hoy, lunes, la alerta máxima por amenaza terrorista, con el metro, las escuelas y las universidades cerradas, al persistir un alto riesgo de atentados por parte de "varias personas y en distintos lugares", según anunció ayer el primer ministro belga, Charles Michel.

El diario "La Libre Belgique" informó de que son diez las personas buscadas. La Policía sospecha que están en posesión de un nutrido arsenal de armas y explosivos y teme que planean varios ataques simultáneos en Bruselas y la región de Flandes.

Aunque Michel no lo mencionó explícitamente, la decisión sobre la alerta y las medidas de excepción adoptadas en Bélgica se relaciona con las intensas investigaciones sobre terroristas vinculados a los atentados de París. No en vano parte de los asesinos llegó a la capital francesa desde Bruselas o pasaron tiempo en el barrio bruselense de Molenbeck, una de las principales encrucijadas europeas de yihadistas, armas y drogas.

En Bélgica se busca activamente, de hecho, al conocido como el "octavo terrorista", Salah Abdeslam, de quien se sabe que fue conducido el pasado sábado, menos de 24 horas después de los atentados, de París a Bruselas por dos supuestos cómplices, Hamza Attouh y Mohamed Amri, de 21 y 27 años, que se desplazaron específicamente desde Bélgica para recogerle después de que aquel les llamase por teléfono el sábado de madrugada. Ambos han sido detenidos y encarcelados en la prisión de alta seguridad de Brujas, y están acusados de atentado terrorista y participación en organización terrorista.

Según informó ayer el semanario francés "Le Nouvel Observateur", los detenidos hallaron a Salah en posesión de un cinturón de explosivos y en estado de "shock". Salah había trasladado en automóvil a tres suicidas al Estadio de Francia, en Saint-Denis, y luego abandonó el automóvil en el distrito 18.º de París.

Dado que, en su primer comunicado de reivindicación de los atentados, el grupo Estado Islámico (EI) informó de ocho yihadistas muertos -fueron siete- y de un atentado en el distrito 18.º -nunca se produjo y fue ahí donde sus cómplices encontraron a Salah-, cabe inferir que tenía órdenes de rematar la jornada con un ataque suicida y se echó atrás. Esto, y el temor a una previsible represalia del EI, convierte en imprevisibles los pasos del "octavo terrorista" en Bélgica, si es que todavía se encuentra en ese país.

La máxima alerta belga incluyó a media tarde una operación de las fuerzas especiales de la Policía en el centro de la capital, en las proximidades de la turística Grande Place, que obligó a acordonar calles colindantes.

Según informaron los diarios "Le Soir" y "La Libre Belgique", poco después de las siete de la tarde la Policía recibió la orden de estar preparada ante una operación que se desarrollaba en pleno corazón de Bruselas, en torno a la calle Midi.

Con este trasfondo, el anunciado cierre de hoy de los establecimientos escolares, una decisión inédita en Bélgica, demuestra la gravedad de la situación, que, aunque es mayor en la capital belga, se extiende a todo el territorio nacional, donde la alerta se mantiene en el nivel 3.

En el caso de las guarderías, no se ha decretado el cierre, aunque el primer ministro ha aconsejado aumentar la seguridad y vigilancia en esos establecimientos. Las escuelas "solo se abrirán cuando estemos tranquilos en cuanto a la seguridad", dijo por su parte la ministra belga de Educación, Joelle Milquet.