La policía francesa lanzó ayer a las 04.30 horas una espectacular operación policial en el municipio de Saint-Denis, en la periferia norte de París, en la que, tras siete horas de asedio y el disparo de unas 5.000 balas, logró neutralizar a un comando yihadista que, según las autoridades, estaba listo para atentar. Su objetivo, que probablemente iban a acometer esta misma semana, era casi con toda seguridad el barrio de La Défense. Este barrio, conocido por concentrar la mayor parte de los rascacielos de París, agrupa buena parte de las sedes de multinacionales afincadas en la capital francesa. Otro de los posibles objetivos de estos terroristas sería el aeropuerto Charles de Gaulle.

La operación, cuyo escenario fue el mismo municipio en el que se encuentra el Estadio de Francia -donde el viernes se suicidaron tres terroristas-, involucró a unos 110 agentes, de los que cinco resultaron heridos leves, y culminó con el cerco y asalto a un edificio en el que se produjo la muerte de al menos dos yihadistas y la detención de otros ocho.

Una terrorista se hizo saltar en pedazos con un cinturón de explosivos -es la primera mujer que lo hace en Europa-, mientras que el segundo fue abatido a tiros por los agentes, entre los que se encontraban seis tiradores de elite. La Policía informó de que la mujer, de 26 años, era prima del presunto cerebro de los atentados, Abdelhamid Abbaoud, y tenía la nacionalidad francesa.

Según los medios franceses, la mujer habría hecho una llamada telefónica antes de inmolarse, por lo que los investigadores sospechan que podría haber alertado a sus cómplices. Esta tal vez sea la causa de que en el asalto no hayan caído en las redes policiales ni el conocido como "octavo terrorista", Salah Abdeslam, ni el propio Abaaoud, de quien ayer se rumorea insistentemente que se encuentra en Francia tras haber abandonado Siria.

"La investigación ha progresado considerablemente y el asalto de hoy es una demostración. Un nuevo comando terrorista ha sido neutralizado y todo indica que, a la vista de su armamento, de su organización estructurada y de su determinación iba a pasar a la acción", declaró ante la prensa el fiscal de París, François Molins, quien fue el responsable de dar la versión oficial de los hechos.

No obstante, además de la versión de Molins, circularon ayer numerosas informaciones por los principales medios de comunicación. En primer lugar, no se descarta que entre los escombros de la vivienda -las ventanas fueron arrancadas de cuajo por la explosión y el fuego policial, y un suelo se derrumbó- haya al menos un tercer terrorista muerto. De ser así, esto podría dar verosimilitud a las informaciones que, citando fuentes de inteligencia europeas, aseguraron desde primera hora de la tarde que Abaaoud, el cerebro de los atentados, había muerto en el asalto. De hecho, la policía trabajó durante todo el operativo con la certeza de que en el interior de la casa se encontraban tres personas provistas de cinturones de explosivos.

Moulin no negó la dureza de la acción policial, que concitó durante la madrugada y la mañana la atención de cientos de vecinos que la contemplaron a distancia pero a pie de calle. "El carácter complejo de la operación ha requerido de fusiles de asalto, francotiradores y granadas. El hecho de que al menos un terrorista se haya hecho explotar, la destrucción parcial del interior del edificio, y en fin, el estado de los cuerpos requerirá de numerosos exámenes por parte de la policía científica", añadió.

En cualquier caso, lo que sí parece seguro es que la operación fue desencadenada por la posibilidad de detener a Abaaoud, tras recibirse un chivatazo de que se encontraba en territorio francés. "Este testimonio recibido el lunes al final del día, fue acogido con gran precaución ante el riesgo de manipulación y fue objeto de numerosas comprobaciones, en particular telefónicas y bancarias", precisó el fiscal parisino.

En paralelo a la operación policial, un hombre de unos 30 años de edad fue detenido por haber prestado su piso, también en el municipio de Saint Denis, a dos personas procedentes de Bélgica que han resultado ser terroristas relacionados con los atentados que dejaron 129 muertos y más de 300 heridos el viernes en París. Antes de ser esposado, el hombre aseguró que prestó su piso a dos personas que "venían de Bélgica" porque se lo pidió un amigo "para un par de días", según informó la cadena de televisión gala BFM.

"Le dije que no había colchón y me contestó que no pasaba nada, que solo querían agua y poder rezar. Mi amigo me dijo que eran de Bélgica", aseguró. "Me pidieron ayuda y les he ayudado pero yo no era consciente de que eran terroristas".

Las investigaciones policiales proporcionaron dos nuevas pistas. La primera es que la Policía encontró un teléfono móvil en una papelera a la puerta de la sala Bataclan. Los terroristas lo utilizaron el viernes para mandar un SMS a las 21.42 a un destinatario desconocido: "Hemos salido, empezamos", informó el fiscal de París, quien precisó que se está intentado determinar quién era el destinatario del mensaje. La segunda es que las autoridades belgas buscan a un terrorista de quien sospechan que habría fabricado los cinturones explosivos.