Anonymous, el grupo de "hackers" embarcado en una cruzada por la libertad digital, asegura haber bloqueado ya unas 5.500 cuentas de Twitter ligadas al yihadismo y el Estado Islámico, desde que declarase la ciberguerra a los terroristas por los ataques del viernes 13 en París. Los yihadistas, que tienen en las redes sociales su principal vía de reclutamiento y propaganda, ya han lanzado un mensaje a sus partidarios para que protejan sus cuentas y han amenazado a Anonymous con las llamas del infierno -a través, por ejemplo, de la cuenta Captain Fallujah-, al tiempo que invita a los "hackers" a unirse al Islam y "vivir en paz".

La presencia yihadista en las redes sociales es tan vasta que 5.500 cuentas se antojan una cifra muy baja.La red es un arma más del Estado Islámico, a través de la cual ha construido su imagen de fuerza invencible, con cuidados vídeos de sus masacres, hechos con gran profesionalidad.El último, elaborado por el Alhayat Media Center, la "productora" de "snuff-movies" del Estado Islámico, puede bajarse de la cuenta de Twitter de la fundación Furat Media. Bajo el título "Soon, very soon. The blood will spill like an ocean" ("Pronto, muy pronto. La sangre se derramará como un oceano"), el vídeo es una orgía de sangre no apta para estómagos delicados, que lanza un claro mensaje a los rusos: "Haremos de vuestras esposas nuestras concubinas, de vuestros hijos, nuestros esclavos. Vuestros grandes recursos no os servirán".

Tambien en al-Furat pueden verse las declaraciones de tres yihadistas franceses en el vídeo "Combattez-les par vos mains, Allah les châtiera" ("Combatidles, con vuestras manos Dios les castigará"), regocijándose por la masacre de París e indicando que es la consecuencia de los bombardeos que sufre el Estado Islámico.

Si las redes sociales fueron un instrumento a través del que mantenerse informado durante la aciaga noche de los atentados, o expresar el dolor y la solidaridad con los franceses, también fueron el altavoz de los yihadistas y sus partidarios para expresar su alegría. Muchos de ellos celebraron los ataques en los "hashtags" "#ParisOnFire" ("París bajo el fuego"), "#FranceUnderAttack" ("Francia bajo ataque"), "#CaliphateStateStrikesFrance" ("El Califato Islámico golpea Francia") o "#CrusaderFranceOnFire" ("La Francia Cruzada bajo el fuego"). Algunas de las cuentas de Twitter a través de las que se expresaron las felicitaciones están en la lista de las bloqueadas por Anonymous.

La amenaza de los "hackers" del Estado Islámico no es baladí. Hace unas semanas se supo que los yihadistas habían hecho públicas unas 54.000 cuentas y contraseñas ligadas a las agencias gubernamentales norteamericanas, en venganza por la muerte de unos de sus expertos informáticos. Desde siempre, los combatientes en Irak y Siria han utilizado las redes sociales, Twitter y Facebook, para difundir sus actos de barbarie. Es muy conocida por ejemplo la cuenta "Cybercaliphate" ("Cibercalifato"), o la de los combatientes Abubasir Alkhalidiye o Abou Abda Llah Guitone, que no escatiman en imágenes sangrientas.

A la web profunda

Dos días después de los atentados y del anuncio de la campaña de Anonymous (#opParis, que los yihadistas han tratado sabotear), un canal del servicio de mensajería Telegram, que difundía propaganda del Estado Islámico, colgó un mensaje sobre la web "Isdarat" ("Estrenos"), que guarda los archivos de propaganda de este grupo y otros afines. El mensaje compartía enlaces al servicio oculto Tor, con una dirección ".onion", con el fin de encriptar los archivos y pasarlos a la conocida como "dark web" o web profunda, y salvar el contenido de "Isdarat".