Francia y Rusia coordinaron ayer sus acciones militares en Siria contra el autodenominado Estado Islámico (EI). Oficialmente lo hicieron después de que sus presidentes así lo acordaran en una conversación telefónica. Pero antes de que François Hollande y Vladimir Putin hablaran, aviones de combate galos y rusos bombardearon con escasas horas de diferencia la ciudad de Raqa, el feudo sirio del EI, responsable de la matanza de 129 personas en París el pasado viernes.

Hollande está decidido a hacer lo imposible por que Estados Unidos y Rusia superen sus diferencias para intentar amalgamar una única coalición que actúe en Siria contra el grupo terrorista. Así deben leerse las dos visitas relámpago que cursará la semana que viene a Washington (día 24) y Moscú (día 26) para tratar del asunto cara a cara con Barack Obama y Putin.

"Estamos decididos a aumentar nuestros esfuerzos en la lucha contra el terrorismo", declaró el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, tras reunirse durante una hora en el Elíseo con Hollande y su ministro de Exteriores, Laurent Fabius. Kerry cree que Francia y su país pueden dar "pasos significativos" para mejorar la lucha contra los yihadistas, al margen de los bombardeos coordinados que ambos países ya están lanzando contra sus posiciones en Siria e Irak, intensificados tras los atentados de París.

Cazas franceses atacaron en la madrugada de ayer posiciones del EI en Raqa. En la segunda noche consecutiva de bombardeos tras la matanza de París, la aviación gala destruyó un puesto de mando y un campo de entrenamiento de los yihadistas, detalló el primer ministro, Manuel Valls.

Pocas horas más tarde, el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, anunció a los medios que aviones del Kremlin habían "asestado un ataque aéreo masivo contra objetivos del EI en Siria. El número de misiones aéreas se ha duplicado". Los ataques rusos, que se cebaron en Raqa, fueron lanzados desde bombarderos estratégicos Tu-160, Tu-95 y Tu-22, y también se usaron de nuevo misiles de crucero de largo alcance (34), que destruyeron 14 infraestructuras terroristas.

El intenso bombardeo es consecuencia directa del reconocimiento, por parte del Kremlin, de que el avión que se estrelló en la península egipcia del Sinaí el pasado 31 de octubre, con 224 personas a bordo, fue objeto de un atentado. El Servicio Federal de Información (FSB) confirmó que la explosión de una bomba en el interior de la aeronave fue la causa de la caída del Airbus.

Su director, Alexander Bortnikov, explicó que "un artefacto de fabricación casera con una potencia equivalente a un kilo de TNT estalló a bordo del aparato, debido a lo cual el avión se rompió en el aire y esto explica la dispersión del fuselaje en un amplio radio".

Acto seguido, Putin ordenó localizar y liquidar a todos los responsables del atentado, aunque el primer ministro egipcio, Sherif Ismail, dijo que aún no hay datos que confirmen plenamente esta hipótesis. Y, después, habló por teléfono con Hollande, con quien pactó coordinar las acciones militares de ambos países contra el EI. "Hay que entablar contacto directo con los franceses y trabajar con ellos como aliados (...). Debemos elaborar un plan de acciones conjuntas tanto en el mar como en el aire", afirmó Putin.

"No tengo dudas de que los rusos han decidido a partir de ahora golpear al EI", dijo Valls sobre este cambio de actitud de Rusia. Sin embargo, activistas sirios informaron de que los cazas rusos habían atacado también posiciones de la oposición moderada.

Entre tanto, los ministros de Defensa de la UE aceptaron por unanimidad -y por primera vez en la historia del bloque desde la entrada en vigor, en 2009, del Tratado de Lisboa- activar el artículo 42.7 de ese texto sobre defensa colectiva para prestar asistencia y apoyo a Francia.

El ministro de Defensa galo, Jean-Yves Le Drian, consideró que la unanimidad con que fue recibida la petición de su país "es un acto político de enorme envergadura". Las aportaciones serán acordadas por cada socio bilateralmente y se ajustarán a los compromisos adquiridos en el marco de la OTAN. Francia no invocó, como Estados Unidos tras el 11-S, el capítulo V del Tratado de la Alianza Atlántica.

Valls avanzó que debido al incremento del gasto que tendrá que asumir para luchar contra el EI, su país incumplirá el objetivo de déficit, ante lo que la Comisión Europea dijo que tendrá "plena comprensión".