El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró ayer que entre los cuarenta países que, según sus informes, financian al grupo yihadista Estado Islámico (EI), responsable de los atentados de París del pasado viernes, se encuentran varios miembros del G20. Putin lanzó estas acusaciones, que ya no precisó más, en una rueda de prensa concedida al término de la cumbre del grupo celebrada ayer y el domingo en Antalya (Turquía).

Putin destacó que durante el plenario de la cumbre dio ejemplos "de la financiación de diversas unidades del EI por parte de personas físicas" con nombres y apellidos. También desveló que Rusia presentó en Antalya imágenes captadas por satélites y aviones en las que "se muestra claramente la magnitud que alcanza el tráfico ilegal de petróleo" por parte del EI. "Las columnas con los camiones cisterna se extendían decenas de kilómetros", señaló.

Por su parte, el presidente de EE UU, Barack Obama, también aprovechó la cumbre de Antalya, en la que el domingo departió amigablemente unos instantes con Putin, para expresar dos ideas. En primer lugar, Obama admitió que los atentados de París son un revés en la lucha contra el EI. "Los terribles acontecimientos en París fueron obviamente un revés terrible y repugnante", dijo, para luego internarse en un mensaje de esperanza: "Sin embargo, no podemos perder de vista que se han hecho progresos" en la lucha contra el Estado Islámico.

Según Obama, la coalición que lidera EE UU está intensificando sus bombardeos aéreos y atacando a los líderes del grupo terrorista que encabeza Abu Bakr al Baghdadi. El inquilino de la Casa Blanca anunció que EE UU mantendrá su actual estrategia, descartando una vez más, y con la misma firmeza de siempre, el despliegue de tropas en tierra para entrar en combate con los yihadistas. Estas funciones las están cumpliendo con un éxito razonable los milicianos kurdos, tanto iraquíes como sirios.

Para Obama, la clave de su negativa a desplegar tropas en tierra es que, si no hay una población local que defienda "otros valores", los radicales islámicos volverían en cuanto las tropas extranjeras se ausentasen. Con este ejemplo, el presidente de EE UU sintetizó sin siquiera aludir a ello la experiencia de Washington en Irak.

Durante la cumbre del G-20, los reunidos los reunidos se comprometieron en la jornada de ayer a trabajar juntos para cortar la financiación a los grupos terroristas internacionales, así como fortalecer el intercambio de información para mejorar los controles fronterizos y la seguridad en la aviación civil.

Desde Berlín, el Gobierno de Alemania consideró prematuro empezar a discutir una posible participación germana en acciones militares contra el EI, en vista de que hasta el momento Francia no ha solicitado apoyo.

La declaración institucional hecha por la canciller Merkel tras los atentados, cuando defendió una respuesta "conjunta" y "decidida" ante el terrorismo, ha reabierto el debate sobre una posible participación de Alemania en los bombardeos al EI, que hasta el momento están efectuando Rusia, EE UU y Francia. El "premier" británico, David Cameron, reveló ayer que todavía tiene que convencer a parlamentarios para que apoyen que Londres se sume a los ataques aéreos en Siria.