Cédric Bouchard, trabajador social y fabricante de juegos infantiles, es francés, pero reside en Vila de Cruces. Toda su familia vive en París, "Todos están bien pero con mucho miedo, porque temen, tememos, que esto vaya a más". "Ha sido una conmoción muy fuerte y sé que es distinto vivirlo de cerca". A su juicio, "estos hechos son el resultado de la política internacional de los últimos años, y espero que haya algún tipo de repulsa pública por parte de la sociedad civil".