Un grupo de alumnos de primer y segundo curso de Bachillerato del colegio Cluny de Vigo regresaban ayer "sanos y salvos" a sus casas tras un viaje de estudios de una semana en París empañado en su última jornada por los trágicos atentados en el centro de la ciudad.

Fueron sus familias, alertadas por las primeras informaciones sobre los ataques, quienes informaron a los estudiantes, que se encontraban lejos del lugar de la masacre. El grupo se enteró por la llamada de un padre que, preocupado, intentaba contactar con el profesorado. "Estamos todos bien, un poco asustados, pero muy lejos de todo", aseguraban ayer desde el centro.

Las redes sociales también han sido un aliado para poder tranquilizar a los progenitores. "Los niños están nerviosos pero bien", fue el primer mensaje que el perfil social del colegio envió a las familias.

Tras permanecer en el hotel hasta el mediodía, alumnos y docentes se dirigieron hacia el aeropuerto de Orly, donde, tras pasar exhaustivos controles de seguridad, tomaron un avión que les condujo hasta Oporto. Desde allí emprendieron el último trayecto del viaje, que concluyó a las once menos cuarto de la noche en el centro educativo.