El conservador Pedro Passos Coelho, primer ministro de Portugal, esgrimió ayer la mejora de la economía y la estabilidad de las cuentas públicas como garantía frente a la izquierda, en la víspera de la anunciada moción de rechazo que hoy, de salir adelante, forzará la dimisión de su Gobierno.

"Ya debemos estar pagando un cierto precio por la incertidumbre al final de este debate", dijo Passos Coelho en su intervención en la Asamblea para presentar el programa con el que fue reelegido primer ministro en las elecciones del pasado 4 de octubre, aunque sin mayoría absoluta.

A la alternativa de izquierda, liderada por el Partido Socialista (PS) y apoyada por el marxista Bloque de Izquierda, los comunistas y Los Verdes, el primer ministro la acusó de "desbaratar" los esfuerzos de saneamiento de la economía lusa, todavía convaleciente de su peor crisis de las últimas décadas.