El número de refugiados e inmigrantes que cruzaron el Mediterráneo en el mes de octubre superó la cifra total acumulada hasta septiembre, según alertó ayer la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Según los últimos datos actualizados, en el décimo mes del año 218.000 personas atravesaron el mar huyendo de conflictos, persecución y miseria y alcanzaron las costas europeas, cuando hasta septiembre lo hicieron 172.000.

En total, según la ACNUR, más de 744.000 refugiados e inmigrantes han atravesado el Mediterráneo este año, de los cuales 601.000 han llegado a Grecia y 140.000 a Italia. De las casi 750.000 personas que han llevado a cabo la travesía este año, el 65% son hombres, el 20% niños y el 14% mujeres. Y al menos 3.440 personas perdieron la vida durante el tránsito.

A la vista de estos datos, la canciller alemana, Angela Merkel, insistió en la necesidad de cambiar el sistema europeo de asilo. Pero, tras citar el artículo 1 de la Constitución germana, que declara inviolable la dignidad humana, añadió que todos los que buscan refugio deben ser recibidos dignamente y los que predican la xenofobia, castigados.

El periodista alemán Helmut Schümann, crítico con la ultraderecha, reveló ayer que el viernes fue agredido en Berlín por un desconocido que le identificó por la calle y le insultó llamándole "sucio cerdo izquierdista".

En una de sus últimas columnas de opinión, Schümann criticaba el odio contra los refugiados que azuzan los movimientos de extrema derecha como el colectivo Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida) o el partido euroescéptico Alternativa por Alemania.

De hecho, el Gobierno de Merkel admite ya que sigue "con considerable preocupación" el alto número de ataques xenófobos contra centros de refugiados o los propios peticionarios de asilo, así como la creciente disposición a la "violencia física" de los agresores. La cifra de acciones contra alojamientos de refugiados, agresiones y delitos xenófobos se sitúa en los 600 en lo que va de año, recordó el portavoz del Ministerio de Interior, Tobias Plate.

Solo en el pasado fin de semana se produjeron seis ataques, en distintos puntos del país, contra peticionarios de asilo o extranjeros identificables como tales.

El líder del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Sigmar Gabriel, socio en el Gobierno de Angela Merkel, rechazó ayer rotundamente el acuerdo alcanzado por la CDU de la canciller y su aliado bávaro, la CSU, para afrontar la crisis de los refugiados -que ha tensado mucho las relaciones entre ambos partidos- creando "zonas de tránsito" para agilizar las expulsiones.

Gabriel, que también es vicecanciller, tachó de "absurda, presumiblemente ilegal e innecesaria" esa idea y acusó a la CDU y a la CSU de crear un "debate fantasma" para ocultar las grietas en la alianza conservadora.

Los socialdemócratas rechazan la idea de las "zonas de tránsito" al considerar que supondría la creación de grandes cárceles y ayer Gabriel avanzó que el jueves, cuando vuelvan a reunirse los tres socios de la gran coalición, ratificará su oposición.