Los resultados de la jornada electoral argentina del domingo no sólo conducen a una segunda vuelta, por primera vez desde la reinstauración de la democracia en 1982, sino que además han arrojado para el candidato del oficialismo kirchnerista, Daniel Scioli, unos resultados mucho peores de los que auguraban las encuestas.

Con el 97,06 % de las mesas escrutadas, Scioli, del gobernante Frente para la Victoria, se imponía al segundo clasificado, Mauricio Macri, de la alianza conservadora Cambiemos, por un tanteo de 36,85% a 34,34%. Para consagrarse presidente en la primera ronda, el candidato más votado debía rebasar el listón del 45% de los votos o el del 40% si sacaba una diferencia de al menos diez puntos al segundo. La segunda vuelta se disputará el 22 de noviembre.

El dato sobresaliente de las elecciones del domingo no fueron las sospechas de fraude, como algunos esperaban, sino la decisión del Gobierno, a cargo del escrutinio provisional, de difundir los primeros resultados seis horas después de cerrados los colegios electorales y cuando ya había sido contado el 67% de las mesas de votación.

Macri, alcalde de la capital argentina desde 2007 y líder de Propuesta Republicana (Pro), aseguró que "lo que ha sucedido el día de hoy (por el domingo), cambia la política de este país". "Esto que está pasando acá se extiende por todo el país", afirmó Macri, de 56 años.

En efecto, parte del inesperado buen resultado obtenido por Cambiemos a escala nacional es atribuido por la propia fuerza a María Eugenia Vidal, su candidata en los comicios para la Gobernación de la provincia de Buenos Aires, en manos del peronismo desde 1987 y donde la coalición opositora cosechó el 39,67% de los votos frente al 34,82% del oficialista Aníbal Fernández, que quedó descabalgado.

En el tercer puesto de la carrera presidencial quedó Sergio Massa, de Unidos por una Nueva Alternativa (peronismo disidente), con el 21,27% de los votos, un caudal que será decisivo para la segunda vuelta y que en buena parte irá a Macri. Massa fue jefe de Gabinete durante el primer mandato de Cristina Fernández y luego se pasó a la oposición.