Miles de alemanes se sumaron ayer a marchas convocadas en la ciudad de Dresde contra el movimiento Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida), que volvió a reunir en la localidad a miles de personas para celebrar su primer aniversario.

Entre 15.000 y 20.000 seguidores de Pegida, según diversas estimaciones, tomaron la Theaterplatz, en el corazón monumental de la ciudad, con banderas alemanas y pancartas protestando contra la acogida de refugiados. En las plazas adyacentes, unos 14.000 ciudadanos, en su mayoría jóvenes, bailaban al son del "Clandestino" de Manu Chau y trataban de silenciar con sus gritos las consignas de la concentración islamófoba.

Entre tanto, Henriette Reker, candidata independiente que fue apuñalada en el cuello el sábado por un xenófobo, en un acto de la campaña electoral resultó elegida el domingo alcaldesa de la ciudad de Colonia, con un 52,7% de los votos. Reker, que se encuentra hospitalizada en estado estable, acudió a las elecciones como independiente pero con el apoyo de los democristianos de la canciller Merkel.

Las encuestas alemanas siguen pasando factura a Merkel por su política de puertas abiertas. El último sondeo, publicado ayer, le atribuía un 37% de apoyos, su nivel más bajo desde 2013.