El presidente de EE UU, Barack Obama, emitió ayer un memorando que ordena iniciar los preparativos para el levantamiento de las sanciones a Irán, en el marco del acuerdo nuclear alcanzado entre seis grandes potencias y el régimen de Teherán el pasado mes de julio.

En completa sintonía con el anuncio de Obama, la Unión Europea (UE) adoptó el marco legislativo que regulará el levantamiento de las medidas de castigo impuestas por el bloque comunitario, especificando que tal cosa no ocurrirá hasta que se haya comprobado que Teherán ha cumplido sus compromisos.

El memorando de Obama, divulgado por la Casa Blanca y dirigido a sus secretarios de Estado, Tesoro, Comercio y Energía, establece que el levantamiento de las sanciones que ahogan la economía del régimen de los ayatolás, y que le impiden exportar su petróleo a Occidente, no llegará hasta que se haya verificado que Irán cumple su parte de lo acordado en Viena. Y la palabra definitiva al respecto la tiene el secretario de Estado, John Kerry.

El acuerdo alcanzado en julio con Irán por el Grupo 5+1 (EE UU, Reino Unido, Rusia, China y Francia más Alemania) busca controlar las actividades nucleares de ese país para que no logre desarrollar un arma atómica, a cambio de levantar las sanciones internacionales. La mayoría republicana en el Congreso de EE UU se opone al pacto, pero no logró los votos necesarios para poder oponerse a un veto presidencial. Mientras tanto, Irán anunció que el protocolo que le obliga a aceptar inspecciones más exhaustivas de sus instalaciones atómicas entrará en vigor el mismo día que se aplique el acuerdo.

La puesta en práctica del protocolo será efectiva coincidiendo con el llamado "día de aplicación" del acuerdo, que llegará una vez que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) haya verificado que Irán ha tomado todas las medidas y facilitado toda la información para poder asegurar que su programa atómico es pacífico. Está previsto que el próximo 15 de diciembre ese organismo de la ONU emita su informe definitivo sobre este asunto. Quizá por ello, el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, no cree que los plazos previsto permitan levantar las medidas de castigo hasta el próximo enero.