Un refugiado afgano murió el jueves por la noche tras recibir un disparo efectuado por la policía fronteriza búlgara cuando intentaba entrar al país desde Turquía. Se trata de la primera víctima mortal por arma de fuego desde que se desencadenó la actual oleada de refugiados sobre Europa. Además, cuatro niños murieron en el naufragio de una barca que se dirigía a la isla griega de Lesbos.

Fuentes oficiales búlgaras explicaron que el incidente se produjo cuando los agentes detectaron a un grupo de unas 50 personas intentando entrar al país a través de la localidad de Sredets (sureste). Las fuentes sostuvieron que los agentes dispararon al aire, pero que una bala "rebotó" y alcanzó en la nuca a un inmigrante, si bien dieron más detalles acerca de un incidente que obligó al primer ministro búlgaro, Boyko Borisov, a dejar precipitadamente el Consejo Europeo que se celebraba en Bruselas.

En esa reunión, y ya en la madrugada de ayer, los mandatarios europeos celebraron el acuerdo de principio alcanzado entre la Comisión Europea y Turquía para que este país frene el flujo de refugiados y acoja en su suelo a los que sean rechazados por la UE. Sin embargo, los reunidos no fijaron la contrapartida financiera, que según el acuerdo alcanzado por la Comisión, elevará a 3.000 millones los 1.000 millones ya prometidos con anterioridad. Quinientos de esos millones los aportará la Comisión, pero se desconoce de dónde saldrá el resto. Tampoco hubo acuerdo sobre la aceleración del proceso de supresión de visados para la entrada de ciudadanos turcos en la UE.

Por estas razones, el ministro de Exteriores, Feridun Sinirlioglu, negó ayer que haya ya un acuerdo con la UE y puso énfasis en la necesidad de agilizar la supresión de visados. Para Ankara, el acuerdo de principio anunciado el jueves por la Comisión es "sólo un borrador". El acuerdo incluye igualmente que se desbloqueen las negociaciones de acceso de Turquía al club comunitario.