Bregado en el oficio de periodista que aprendió de su padre, Tomás Regalado (La Habana, 1947), alcalde de Miami desde hace seis años, asegura aplicar la experiencia adquirida en las redacciones en su carrera política para decir siempre la verdad aunque duela, lo que le ha convertido en un dirigente incómodo hasta para sus compañeros del Partido Republicano. Combativo ante la "debilidad" de Obama en política exterior y muy crítico con Donald Trump, que le ofende, y con el extremismo del Tea Party, Regalado advierte que invertir en Cuba "es un mal negocio" a la vez que denuncia el "mangoneo" del Congreso por parte de la Asociación Nacional del Rifle para bloquear los intentos por controlar la posesión de armas en Estados Unidos y regaña al Papa Francisco por no haberse reunido con los disidentes cubanos encarcelados en su reciente visita a Cuba. El alcalde de Miami, de visita en Madrid, elogia la comida española que se está poniendo de moda en su ciudad mientras lamenta que los bodegueros españoles se estén dejando comer el terreno por los italianos en una metrópoli que consume más vino que Nueva York.

- Señor Regalado. ¿Qué hace un periodista convertido en alcalde de Miami?

- Los periodistas y los políticos somos muy parecidos. Los primeros compiten por el favor del oyente o del lector y los segundos por los votos de los ciudadanos. Yo aplico mi experiencia periodística en mi labor política para servir al pueblo comunicando mis decisiones con transparencia total. En Estados Unidos hay mucha gente que ya no cree en los políticos, por eso he creado un sistema a través de internet para que los ciudadanos de Miami sepan en qué se gasta hasta el último dólar. Le aseguro que actúo como un periodista: contando siempre la verdad aunque esta duela.

- ¿Mantiene entonces al frente de la Alcaldía el espíritu crítico exigible a un periodista?

- Soy crítico y autocrítico. Por ejemplo, no me detengo a la hora de cuestionar la política del Gobierno federal respecto a la inmigración ilegal. No se pueden abrir las puertas de par en par cuando la responsabilidad de todas esas personas que entran de forma ilegal a mi país acaba recayendo en las administraciones locales. No podemos garantizar los servicios básicos a todos esos inmigrantes sin papeles.

- ¿Qué autocrítica se hace?

- Hace tres años tuvimos graves disturbios en la ciudad por culpa de la violencia de algunos policías que mataron a jóvenes afroamericanos que iban desarmados. Ordené que la Justicia federal investigase esos episodios y nos hicieron unas recomendaciones que hemos cumplido a rajatabla para que no vuelva a suceder.

- Dicen que es un verso suelto dentro del Partido Republicano y usted ha llegado a reconocer que no le quieren en su propio partido. ¿Es así?

- Sí. A veces a los partidos no les gusta que les digan la verdad. Los dos partidos tradicionales de Estados Unidos han fallado a la nación. Yo soy republicano por mi admiración a Ronald Reagan pero soy también muy crítico con el extremismo del Tea Party y con el presidente demócrata por su debilidad en política exterior. Estoy entre dos fuegos, pero a mí me eligen los ciudadanos, no los partidos.

- ¿Está contribuyendo el hombre al cambio climático a pesar de que en su partido lo niegan?

- El hombre está contribuyendo al cambio climático y esa es una realidad que no se puede ignorar porque además está demostrada científicamente. Nadie puede decir que lo del cambio climático es cosa de locos, como nadie puede negar que en Estados Unidos hay que controlar de forma rigurosa y de una vez por todas la posesión de armas.

- Pues no se lo va a poner nada fácil la Asociación Nacional del Rifle?

- Me parece bien que las personas que quieran tener armas las tenga, pero quiero que esas personas pasen por exámenes psicológicos que demuestren que están equilibradas. Si se hacen exámenes para sacarse el carnet de conducir no sé por qué no se hacen exámenes para sacarse la licencia de armas. Es cierto que la Asociación Nacional del Rifle ha logrado parar siempre en el Congreso todos los intentos para la regulación de la posesión de armas y eso demuestra cómo esta asociación mangonea a muchos de los miembros del congreso.

- ¿Hasta qué punto le incomoda el éxito de la extravagante campaña de Donald Trump como aspirante a la candidatura republicana?

- No me incomoda, me ofende.

- ¿Se siente ofendido como inmigrante?

- Yo nací en La Habana pero soy americano y me ofende como americano que alguien ataque a los hispanos. Trump está creando una tensión social que Estados Unidos no vivía desde la década de 1980 cuando hubo serios motines raciales. Trump pincha el ojo de un tigre que está dormido y lo sabe porque es imposible deportar a más de 12 millones de seres humanos que residen en mi país.

- ¿Le tienen miedo los republicanos a Trump y por eso no le paran los pies?

- Tienen miedo al grupo de radicales que le apoyan. Trump es un maestro mediático que lleva mucha ventaja al resto de candidatos republicanos porque es un experto en televisión y la cámara es su amiga. Trump es un showman, no un estadista.

- Parece que tampoco le gusta la política de acercamiento a Cuba que impulsa el presidente Barack Obama, ¿por qué?

- Porque quiere mejorar las relaciones con Cuba pero no le pide al Gobierno cubano nada a cambio. Abre una embajada e iza la bandera americana en un país que no respeta ni los derechos civiles ni los humanos.

- ¿Qué les aconseja a los inversores que quieren probar suerte en Cuba?

- Que sean prudentes. El Gobierno cubano tiene por tradición no respetar las inversiones extranjeras y mantiene terrenos y bienes confiscados que son arena movediza. A los empresarios les diría que invertir en Cuba es un mal negocio.

- ¿Cómo viven los dos millones de emigrantes cubanos de Miami estas nuevas relaciones entre EEUU y Cuba?

- Con tensión y división. Hay personas que piensan que la decisión de Obama servirá para mejorar la vida de los cubanos. Otros la ven como una traición. Me temo que esta división se acrecentará con el tiempo y que surgirán serios problemas sociales que pondrán en jaque la estabilidad de la sociedad.

- ¿Confiscó la Revolución cubana alguna propiedad a su familia?

- No, en absoluto. Mi padre tenía poco que confiscar. Era un periodista que se pasó 20 años en la cárcel con Batista y con Fidel Castro. Una vez libre, se instaló e Miami y trabajó conmigo en la radio antes de morir.

- Con la perspectiva que da el tiempo, ¿por qué cree que Fidel Castro derrocó a Fulgencio Batista para instalarse en el poder tanto tiempo?

- Fulgencio Batista se cargó el sistema institucional con un Golpe de Estado propio de las décadas de 1940 y 1950. Fidel Castro aprovechó el malestar que ese golpe de estado generó entre los cubanos y quiso presentarse como todo lo contrario a Batista para perpetuarse en el poder. Castro se hizo comunista para instalarse en ese poder.

- ¿Qué propone hacer con las propiedades confiscadas por Fidel Castro a los cubanos?

- Poco se puede hacer ya porque la mayoría de las propiedades fueron confiscadas hace más de 50 años. Hay herederos que siguen litigando por ellas pero no podemos olvidar tampoco que hay dos generaciones de cubanos que han vivido en esas propiedades y que no se les puede echar.

- Como cubano, ¿qué mérito le reconoce a Castro y qué errores ha cometido Estados Unidos?

- Castro no tiene mérito alguno. Ha abolido todas las libertades, cogió el código de Derechos Humanos de Naciones Unidas y lo hizo trizas. Por su parte, Estados Unidos lo que ha hecho siempre es velar por los intereses de los estadounidenses y ha tratado en varias ocasiones de acercarse a Cuba sin éxito. Estados Unidos no es culpable de la penuria de los cubanos.

- ¿No ha empobrecido el bloqueo americano a los cubanos?

- En Cuba nunca ha habido tal bloqueo. Lo único que no da Estados Unidos a Cuba es crédito si no hay dinero de por medio.

- ¿Por qué es usted tan crítico con el viaje del Papa Francisco a Cuba?

- El Papa Francisco, que es un hombre bueno, humilde y que se rebela contra las injusticias, ha decepcionado a mucha gente al no reunirse con los disidentes cubanos que están encarcelados. Si iba de mediador, no entiendo por qué se olvidó de esos presos políticos.

- Señor Regalado. ¿Qué va a suponer para los europeos el Acuerdo de Asociación del Pacífico con el que Obama parece distanciarse del Atlántico y el Mediterráneo?

- Este acuerdo es malo para el Mediterráneo pero creo que también es malo para Estados Unidos, que está dando la oportunidad de enriquecerse a países que violan sistemáticamente los derechos humanos. Supongo que a Obama le interesa más mirar a China que a Europa, pero no ve que esta alianza creará problemas muy graves en la industria americana y generará mucho desempleo.

- Alcalde, ¿cómo van las inversiones de los españoles en Miami?

- Cada vez son más los bancos españoles que se asientan en Miami y eso es muy bueno para la ciudad. No hay que olvidar que aunque los bancos fueron culpables en buena parte de la burbuja económica son también el motor que mueve la economía. Creo que los banqueros han aprendido la lección y son ahora más prudentes y metódicos a la hora de ayudar a la creación de empleo y de negocios. En Miami hay también muchas empresas españolas haciendo infraestructuras como carreteas, otras dedicadas a los transportes y cada vez son más las que se centran en la importación de alimentos.

- ¿Qué tipo de alimentos?

- En Miami la comida española tiene mucho éxito porque se han puesto de moda las tapas. Los millennials de Miami son de tapas españolas y de vino, les gustan las comidas amables, informales y que se puedan compartir. En Miami se consume más vino que en Nueva York y creo que los españoles deberían de ponerse las pilas porque en este mercado les están ganando los italianos.