Si la situación en Siria sigue deteriorándose hay un riesgo de partición del país, alertó ayer el enviado especial de la ONU para Siria, Sttafan de Mistura. "La partición del país sería el peor escenario. Los sirios han dicho desde el principio que luchan por mantener la soberanía y la integridad territorial del país. Pero si la situación sigue deteriorándose, la realidad podría ser la partición", denunció.

Desde ese punto de vista, el diplomático italo-sueco reiteró la importancia de seguir manteniendo la presión diplomática para encontrar una solución política al conflicto. De Mistura reclamó a Rusia y EE UU que se pongan de acuerdo de forma urgente para evitar una nueva escalada bélica.

De Mistura subrayó durante una rueda de prensa en Ginebra que EE UU y Rusia son clave para sentar a la mesa a las distintas partes en conflicto. El enviado de la ONU viajará hoy, martes, a Rusia e "inmediatamente" después a EE UU, para intensificar las negociaciones y tratar de lograr en última instancia un acercamiento entre el régimen de Bashar al Assad y la oposición. Ambos países deberían acordar "futuros pasos" y el arranque de un proceso político que Naciones Unidas considera "urgente".

Entre tanto, el presidente de EE UU, Barack Obama, reconoció que Washington "no ha sido capaz de cambiar la dinámica" en el conflicto sirio, y recalcó que, por el contrario, sí que ha logrado "interrumpir" algunas operaciones del grupo yihadista Estado Islámico.

Obama añadió que "no hay duda" de que el programa para entrenar a milicianos rebeldes para combatir al Estado islámico "no ha funcionado", después de que Estados Unidos reconociera que, de los 5.000 rebeldes que iban a participar en el mismo, sólo cinco operan en el país. "Mi objetivo era poner a prueba la propuesta; saber si éramos capaces de entrenar y equipar a la oposición moderada que desee combatir al EI. Hemos aprendido que mientras Asad siga en el poder, será muy difícil que los rebeldes centren su atención en el Estado Islámico", explicó.