El líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, insistió ayer en que no se dejará presionar por sus diputados laboristas para que abandone el liderazgo y aseguró que no hay que subestimar su determinación en llegar a primer ministro. Con motivo del comienzo, ayer, del congreso anual laborista en Brighton, en el sur de Inglaterra, Corbyn fue preguntado por el dominical "The Observer" sobre si dejaría el puesto si las presiones fueran muy grandes, a lo que respondió: "¿Que si voy dimitir? No, por supuesto que no. No, no. Voy a seguir".

El diputado izquierdista consiguió una victoria contundente en el proceso electoral interno entre afiliados y simpatizantes laboristas, después de que Ed Miliband dimitiera en mayo a raíz de la fuerte derrota del partido en las elecciones generales. No obstante, su elección provocó una fuerte división interna por el descontento de varios diputados del ala moderada de la formación, que se oponen a sus radicales políticas de izquierda.

Corbyn agregó que espera convencer en los próximos cuatro días del congreso laborista, "incluso a aquellos que no son votantes laboristas". Resaltó que él ofrece "algo muy distinto", una alternativa a las medidas de austeridad, centrada en la inversión y en la expansión de la economía británica.

En sus declaraciones a "The Observer", el líder laborista insistió en que se ve como primer ministro dentro de cinco años.