La cumbre de emergencia de la Unión Europea sobre la crisis de los refugiados celebrada ayer, y convocada para dar una imagen de unidad, se saldó con acuerdos de escaso calado. Anoche, al cierre de esta edición, estaba previsto que los Veintiocho se comprometieran, como cuestión más urgente, a "recuperar el control" de las fronteras exteriores del bloque.

Otras medidas prioritarias, propuestas por la Comisión Europea (CE) y que deberían adoptarse antes del Consejo Europeo de octubre, son la entrega de una financiación de mil millones de euros a ACNUR, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y otras agencias para responder a las necesidades urgentes de los refugiados.

Apoyo financiero

En segundo lugar, los Veintiocho se comprometen a conceder apoyo financiero a Líbano, Jordania, Turquía para ayudarles a hacer frente al flujo de refugiados procedente de Siria, según revela el borrador de la declaración, que aún no estaba cerrado.

Reforzar el diálogo con Turquía a todos los niveles para incrementar la cooperación en la gestión de la migración es otra de la tareas que se marcan los Veintiocho, así como asistir a los Balcanes a través de los fondos destinados a los países en vías de sumarse al club comunitario.

Otro de los compromisos es aumentar la financiación de emergencia mediante un fondo fiduciario para África dedicado a buscar la estabilidad en la región y tratar las causas del problema de la inmigración irregular.

Para engrosar ese fondo serán necesarias "contribuciones adicionales" de los socios.

Tensión

Pero ayer aún coleaban las tensiones de la reunión de los ministros de Interior en la que el martes se pactó el reparto, en dos fases, de 120.000 refugiados por el sistema de cuotas obligatorias con la oposición de cuatro países, Rumanía, Hungría, República Checa y Eslovaquia.

De ellos el más beligerante es Eslovaquia, que acudirá a la Justicia europea para impugnar las cuotas obligatorias, anunció el primer ministro eslovaco, Robert Fico.

República Checa afirmó que no seguiría su ejemplo "para no aumentar la tensión con denuncias, porque la cuerda puede terminar rompiéndose", y Rumanía dijo que está dispuesta a asumir su cuota.

El jefe de Gobierno húngaro, Viktor Orbán, propuso en Alemania que la protección de las fronteras exteriores de la UE en Grecia sea asumida por los socios europeos que estén dispuestos a ello.

"Cada país que tenga interés en ello podría enviar sus fuerzas de forma voluntaria", declaró Orbán, al tiempo que subrayó que la solicitud tiene que venir de Grecia, para respetar su "soberanía".

En una comparecencia conjunta con el jefe del Gobierno del estado federado de Baviera, el socialcristiano bávaro Horst Seehofer, Orbán recordó que es Hungría la que "está desempeñando ahora el papel de proteger las fronteras exteriores comunes".

En la comparecencia, Seehofer expresó su total respaldo al primer ministro de Hungría. "Nos une el propósito de restablecer el orden jurídico europeo", indicó Orbán, invitado por el primer ministro bávaro a una reunión de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), partido hermanado a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel.

La Comisión Europea adoptó ayer 40 casos de infracciones contra varios estados miembro, entre ellos España, por no implementar plenamente las legislaciones del sistema europeo de asilo como las directivas sobre procedimientos de asilo, las condiciones de recepción y la calificación de asilo. El Ejecutivo comunitario tenía 35 casos abiertos en esta materia, recordó el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans. En el caso de España, Bruselas envió un dictamen motivado al país, junto a Bulgaria, por no haber comunicado a tiempo las medidas nacionales tomadas para trasponer la directiva de calificación.

Por su parte, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado cree el reparto acordado por la UE como "un paso adelante, pero claramente insuficiente" para solucionar la situación dramática de estas personas.