Al menos 12 personas fallecieron, entre ellas varios turistas mexicanos, en un ataque de las fuerzas de seguridad de Egipto, que confundieron al grupo de visitantes con "elementos terroristas" en el desierto occidental, en un polémico incidente cuyas circunstancias investigan hoy las autoridades.

El Ministerio egipcio del Interior informó de que los turistas fueron atacados "por error", pero no revelaron las circunstancias de la acción que, según la Cancillería mexicana, fue perpetrada con bombas lanzadas desde "un avión y helicópteros" egipcios, de acuerdo con el testimonio de algunos supervivientes.

La canciller de México, Claudia Ruiz Massieu, pudo confirmar que dos de sus nacionales han muerto y seis están heridos e ingresados en hospitales locales en situación "estable".

El Gobierno egipcio no ha revelado el número de mexicanos muertos o heridos, mientras que fuentes cercanas a las víctimas y el sindicato de guías turísticos de Egipto cifró en ocho los ciudadanos de ese país que perdieron la vida en las cercanías del oasis de Bahareya, a unos 300 kilómetros al suroeste de El Cairo.

El sindicato comunicó la muerte de uno de sus miembros, el guía egipcio Nabil al Tamawi, y de tres conductores de los todoterrenos en los que viajaba el grupo de turistas, el que figuraban hasta diez mexicanos.

Un amigo de las víctimas egipcias y también guía turístico, Shauky Yusef, dijo a Efe en el Hospital Dar al Fouad de las afueras de El Cairo, donde están ingresados los heridos, que el grupo fue atacado por helicópteros militares ayer por la tarde, cuando se detuvieron a almorzar en un paraje desértico.

Yusef explicó que el grupo tenía permiso de la Policía turística para acceder solo 500 metros en el desierto desde la carretera, pero que penetró unos dos o tres kilómetros, alcanzando una zona vetada al tránsito.

El Hospital Dar al Fouad está custodiado por numerosos efectivos de seguridad que impiden, junto a los facultativos, que la prensa se acerque a las víctimas.

Según un comunicado emitido hoy por el sindicato, el grupo paró en ese lugar a comer porque una de las turistas no podía esperar a llegar a su destino, al ser diabética.

Los todoterreno se adentraron en el desierto unos dos kilómetros, sin recibir advertencias al respecto por parte de los agentes de la Policía turística que les escoltaban.

El organismo mostró su indignación por la falta de coordinación entre las autoridades competentes y aseguró que la agencia de viajes "Windows of Egypt" disponía del permiso pertinente para realizar ese itinerario en los oasis occidentales.

Anteriormente, el Ministerio egipcio de Turismo indicó que la empresa no disponía del permiso para realizar la excursión ni había informado a las autoridades de su itinerario, pero el sindicato de guías publicó la autorización para rebatir esta acusación.

El primer ministro egipcio en funciones, Ibrahim Mehleb, prometió una investigación de los hechos y expresó su pesar por lo sucedido, aunque en declaraciones a Efe justificó la operación de seguridad alegando que el país lucha contra el terrorismo.

Por su parte, la Fiscalía egipcia señaló que ha comenzado a escuchar los testimonios de los heridos y cifró en siete los ciudadanos mexicanos que sufrieron lesiones, según la agencia oficial de noticias Mena.

La Fiscalía designó un equipo de médicos forenses para examinar los cadáveres, que fueron trasladados al tanatorio de Zeinhum de la capital, como confirmó a Efe el familiar de una de las víctimas egipcias.

Por su parte, el ministro egipcio de Turismo, Jaled Rami, visitó a los heridos mexicanos y declaró a los medios que su departamento ha abierto una investigación en torno a las causas del suceso, que afectará a la imagen internacional de Egipto, en concreto como destino turístico.

La llegada de visitantes al país de las pirámides ha caído notablemente en los últimos años por la inestabilidad política y la violencia, y la presencia de grupos islamistas radicales amenaza con ahuyentar a aquellos que aún pisan sus tierras.

Precisamente ayer la filial egipcia del grupo yihadista Estado Islámico (EI) aseguró a través de las redes sociales que ha llevado a cabo una operación contra el Ejército egipcio en el desierto occidental.

Los yihadistas mostraron imágenes en las que se ve vehículos 4x4 y armamento en una zona que podría ser el característico desierto blanco, al que se accede desde el oasis de Bahareya.

De esta forma, el EI habría extendido su radio de acción al oeste de Egipto, desde su bastión en la península del Sinaí, en el este, donde las fuerzas de seguridad se enfrentan a grupos armados islamistas.