Un clamor internacional reprobó ayer la condena a casi 14 años de cárcel -13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas- del dirigente opositor venezolano Leopoldo López, al que la justicia halló culpable de haber incitado a la violencia en una marcha antigubernamental convocada entre otros por él mismo, el 12 de febrero del año pasado. López, líder del partido Voluntad Popular (VP), lleva año y medio en la prisión militar de Ramo Verde, próxima a Caracas, en la que deberá cumplir su condena.

Según la sentencia, emitida a menos de tres meses de las cruciales elecciones legislativas de septiembre, López es culpable de instigación pública, asociación para delinquir, daños a la propiedad e incendio. Su defensa anunció que apelará la sentencia, que calificó de "cadena de violación sistemática a los derechos humanos" y de fallo "basado en mentiras".

Lilian Tintori, esposa de López, llamó a la calma a los simpatizantes del condenado y a esperar "el llamado" que hará "junto con sus compañeros" de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Tintori anunció que hoy será difundida una carta del líder de VP , calificó la condena de "injusta" y proclamó que la resolución judicial ratifica que en Venezuela se vive "en dictadura".

Tras la lectura de la sentencia, según relató Tintori, López se mantuvo tranquilo y le dijo al militar que lo custodiaba: "Póngame las esposas, porque no me las va a quitar ni la jueza ni la justicia injusta, estas esposas me las va a quitar el pueblo de Venezuela".

La reacción de la oposición fue de crudo rechazo. "Una provocación, eso es lo que es en definitiva esta sentencia", dijo el secretario ejecutivo de la coordinadora opositora MUD, Jesús Torrealba. Para Torrealba, el Gobierno chavista quiere "generar violencia" para "sacarle el cuerpo a la cita electoral" del próximo 6 de diciembre.

El dos veces candidato presidencial y gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles, escribió en Twitter: "La justicia en nuestra Venezuela está podrida, hoy más que nunca entendamos que el camino a la libertad de Leopoldo y todos empieza el 6D", dijo sobre las próximas legislativas.

Asimismo, la exdiputada y líder del movimiento Vente Venezuela, María Corina Machado, manifestó que el fallo es "una condena" al Gobierno de Maduro, pues, sostuvo, "esta condena infame", tras un "juicio grotesco", sirvió para comprobar "la inocencia de Leopoldo" y para "incriminar al régimen".

Para el Gobierno de Caracas, la justicia ha actuado con independencia y lo "peligroso" es que "desde algunas voces internacionales se pretenda legitimar los actos de violencia terrorista".

En el exterior, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos se mostró consternado por la "dura sentencia", que calificó de "preocupante". El secretario de Estado de EE UU, John Kerry, dijo estar "profundamente preocupado" y resaltó "la naturaleza política" de todo el proceso judicial. Kerry acusó a Maduro de servirse de los tribunales para "reprimir y castigar" a las voces críticas y pidió la liberación "de todos los venezolanos detenidos por razones políticas".

En España, el presidente Rajoy afirmó que Venezuela "es un gran país que merece una gran democracia", mientras el expresidente González concluyó que el país sudamericano se ha convertido en una "dictadura de facto".