El ministro principal de Irlanda del Norte, Peter Robinson, dimitió ayer por la crisis abierta entre el Partido Unionista Democrático (DUP) y su socio de Gobierno, el Sinn Féin, a cuenta de la supuesta vigencia del IRA y la parálisis institucional.

La presunta implicación del IRA en el asesinato de un antiguo correligionario, Kevin McGuigan, y el arresto por este motivo de un dirigente del Sinn Féin, Bobby Storey -que horas más tarde fue puesto en libertad sin cargos-, han llevado al Ejecutivo norirlandés al borde del colapso. En agosto, ya se salió de la coalición el Partido Unionista del Ulster y la situación no ha hecho sino empeorar. El DUP intentó ayer, sin éxito, que los diputados aprobasen la paralización temporal del Parlamento, paso previo a una hipotética solicitud a Londres para que suspenda la Administración regional.

El viceministro principal, Martin McGuinness, justificó el "no" del Sinn Féin argumentando que sería un "gran error" ceder al Gobierno de David Cameron la solución de la crisis política. En 2002, la autonomía también fue suspendida y el Parlamento no se reunió en cinco años.