La ONU alertó ayer de que es necesario crear 200.000 plazas para reubicar a los refugiados que están llegando a Europa y de que el fracaso del continente en dar una respuesta común a la crisis sólo ha beneficiado a las redes de traficantes de personas.

"Una estimación muy preliminar indica que potencialmente se necesitará aumentar las plazas de reubicación hasta las 200.000", dijo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Antonio Guterres, quien, además, indicó que todos los países de la Unión Europea deben tener "una participación obligatoria" en el programa masivo de reubicación, del que han de beneficiarse todos aquellos que necesitan protección internacional. "La solidaridad no puede ser solo la responsabilidad de algunos pocos miembros de la UE", advirtió Guterres.

"Ningún país puede negarse a hacer su parte", dijo el Alto Comisionado, que consideró que los desacuerdos en el seno de la UE frente a esta crisis eran de esperar. "No es sorprendente que cuando un sistema está desequilibrado y es disfuncional, todo se bloqueé cuando la presión sube", aseguró.

El primer ministro sueco, Stefan Löfven, calificó de "vergonzoso" que algunos países europeos rechacen recibir a más refugiados cuando el continente afronta la mayor oleada de solicitantes de asilo en décadas. "Los países europeos deben hacer más. Todos", afirmó el mandatario socialdemócrata al diario "Aftonbladet".

Suecia, el país que más peticionarios de asilo per cápita recibió en 2014, cuenta con acoger a 80.000 este año, según los últimos pronósticos.