EE UU ha decidido usar la fuerza aérea en Siria para defender, incluso frente a los efectivos del Ejército de Asad, a los nuevos combatientes que entrena para que se enfrenten con los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), según "The Wall Street Journal" citando fuentes oficiales anónimas. La decisión eleva el riesgo de que el Ejército de EE UU entre en conflicto directo con las tropas sirias, pero las fuentes consultadas por el diario consideran que el Gobierno de Bachar al Asad se cuidará mucho de poner a prueba a la nueva fuerza.

Las implicaciones de esta ampliación de los ataques aéreos -limitados hasta ahora a posiciones del EI- han sido vistas de otra forma por Rusia, cuyo Gobierno, principal aliado de Asad junto a Irán, advirtió ayer mismo de que beneficiará a los yihadistas. "Unas autoridades (sirias) debilitadas simplemente perderán su capacidad de enfrentarse a la subsiguiente propagación del EI", recalcó el Kremlin. Mientras, la caída de un caza gubernamental sobre la localidad de Ariha causó una treintena de muertos.