El aspirante republicano a la Casa Blanca Jeb Bush reconoce sentirse personalmente ofendido por los comentarios de su rival en las primarias, Donald Trump, sobre la inmigración irregular. Bush, cuya esposa es mexicana, se mostró indignado por los exabruptos de Trump, que el mes pasado lanzó duras críticas contra los inmigrantes mexicanos y propuso levantar un "gran muro" entre los dos países.

"Este tipo de comentarios extraordinariamente feos no reflejan al Partido Republicano", dijo el exgobernador de Florida después de participar en una marcha patriótica celebrada en el Estado de New Hampshire con motivo del Día de la Independencia.

"(Trump) no es un hombre estúpido, así que no asumo que piense que todos los mexicanos que cruzan la frontera son violadores. Está haciendo esto para inflamar, incitar y atraer la atención, que parece ser el principio organizador de su campaña" a la Presidencia, añadió el favorito sobre la carrera por la nominación republicana para las presidenciales de 2016.

Las declaraciones de Trump han llevado a cadenas de televisión como Univisión y la NBC e importantes empresas como la cadena de grandes almacenes Macy's a romper sus relaciones con el precandidato. Sin embargo, lejos de amilanarse, el magnate volvió a justificarse y dijo: "Hay un crimen tremendo y la inmigración ilegal es simplemente increíble".